La provincia de Puerto Plata enfrenta una serie de desafíos y temas pendientes que requieren una demanda unificada y no la individualidad que ha caracterizado a organizaciones y personas involucradas en las decisiones. La presencia de hijos de Puerto Plata en el gobierno facilita esta unidad necesaria para exigir y continuar con las demandas, como se hizo en los primeros cuatro años de la administración de Luis Abinader. Líderes políticos y puertoplateños, como José Ignacio Paliza e Igor Rodríguez Durán, han demostrado su disposición a ayudar y prestar atención a las necesidades de la provincia. Esta oportunidad debe aprovecharse en los próximos cuatro años.
No hay excusas para que, unidos, se logre el ordenamiento del puerto y que los taxistas reciban los beneficios de los cruceristas en la proporción que les corresponde. Es crucial mantenerse atentos para demandar del gobierno la terminación de obras, la eliminación del vertedero y la construcción de un relleno sanitario que sirva a dos o tres municipios. Además, se debe gestionar con las empresas interesadas en establecerse en la zona para que el esperado cambio llegue y el vertedero deje de ser la vergüenza de Puerto Plata.
La utilización del estacionamiento del puerto sin discriminación y la división del mercado municipal son urgentes. También es necesario evitar la destrucción del anfiteatro del malecón y asegurar el funcionamiento del patronato, ya que allí se pueden programar espectáculos diurnos para los visitantes. Es vital impedir que los módulos del malecón continúen vendiéndose y que se mantenga el patronato creado por el gobierno, evitando su abandono para beneficiar a amigos de funcionarios.
Empresarios, periodistas, comerciantes y autoridades tienen el deber de luchar junto a los choferes y motoconchistas por la organización del transporte urbano en colaboración con el ayuntamiento y el INTRANT, sin excluir a ningún sector. La Cámara de Comercio, el ayuntamiento, el sector turismo y los empresarios que se benefician del movimiento de cruceristas deben participar activamente para buscar una solución definitiva. Algunas calles del centro histórico deben peatonalizarse y no se debe permitir la inacción en el ayuntamiento y otros departamentos.
Senadores y diputados deben involucrarse, pues sus voces deben resonar en la capital para que se entienda que no se trata solo de intereses individuales, sino de una participación colectiva consciente de la necesidad de mantener y rescatar el turismo, evitando su declive.
Además, es esencial vigilar la alimentación de los estudiantes para identificar a los proveedores que no están cumpliendo, según las denuncias. Hay que actuar y no pasar desapercibidos como si Puerto Plata no necesitara atención urgente y constante.
