Ecos de mi pueblo
Ni Danilo ni Abinader, pobres presos
Augusto Vásquez
Vale la pena el buen comportamiento de personas privadas de su libertad por haber sido encontrados culpables de cometer un hecho por el que ha sido acusado ?
El presidente de la República cuenta con el apoyo de la Constitución en su artículo 128 literal J” para poner en libertad mediante el perdón a amnistía aquellos “presos, reclusos o internos” que cumplen condena criminales impuestas por los tribunales .
En un artículo publicado en este periódico El Faro nos referimos a esa motivación que han abandonado los gobernantes sin justificación alguna, por lo menos públicamente.
Se conoce de la “prostitución y olímpico” de comisionados para seleccionar a quienes han observado una conducta ejemplar después durante el tiempo que llevan detenidos presos y se denunció que algunos compraban la libertad que el 27 de febrero, 24 de diciembre o 16 de agosto otorga el presidente de la República, y quizás por todo lo ocurrido no han hecho uso de poner en libertad e reclusos en los últimos años. Se recuerda que en una ocasión uno de los libertados por el favor presidencial a dos días de salir de la presión dio muerte a una persona en la Romana.
Se trata de una observación del legislador, partiendo del hecho de que “no son todos los que están, ni están todos los que son” , por tanto el que no se hayan seleccionado correctamente los beneficiarios de la libertad por parte del presidente, no es razón para de hacer uso del artículo 128 literal J de la Constitución por parte del presidente de la República. Ni Danilo Medina ni Luis Abinader, lo han hecho, no hay que tener miedo si las cosas se hacen bien y se ha proclamado la llegada del cambio, si ayer no se actuó correctamente, quien pondría en dudas que ahora no se haga con funcionarios que conocen lo que tiene bajo su responsabilidad y las locaciones que podrían aplicarles en caso de no actuar correctamente como ha proclamado el presidente Luis Abinader.
Es importante premiar a quienes su comporten bien para motivar a los demás, amnistiar unidamente los militares que cometieron actos indisciplinados puede interpretarse como una discriminación y echa a un lado el comportamiento de civiles que cometieron error y podría estar arrepentidos y con la libertad regresar a la sociedad incorporándose para servir al país y dar ejemplo a familiares y la ciudadanía en general.
