En una jornada cargada de expectativas y tensiones, el Segundo Tribunal Colegiado del Distrito Nacional emitió su veredicto en el sonado caso relacionado con la muerte de Joshua Fernández, conocido influencer, ocurrida el fatídico 16 de abril de 2023. La sentencia dictada ha marcado un hito en la búsqueda de justicia para la víctima y sus seres queridos, así como en el desenlace de un proceso judicial que ha mantenido en vilo a la opinión pública.
El tribunal, compuesto por las eminentes juezas Claribel Nivar, Gissell Soto Peña y Clara Sobeida Castillo, deliberó con meticulosidad sobre los destinos de los acusados, quienes enfrentaron cargos graves en relación con el trágico suceso. En una resolución que ha dejado una impronta en la sociedad dominicana, se han establecido penas significativas para los implicados en este lamentable acontecimiento.
Wesly Vincent Carmona, conocido como “El Dotolcito”, ha sido condenado a 15 años de reclusión, mientras que Allyson de Jesús Pérez Mejía, apodado como “Chiquito”, enfrentará 30 años de privación de libertad, y Luis Alberto “Luisito” Brito, 20 años tras las rejas.
El desenlace judicial ha sido el resultado de una minuciosa revisión de los hechos y la evidencia presentada durante el juicio. El Ministerio Público, representante de la sociedad en busca de justicia, había solicitado penas aún más severas para los acusados, reflejando la gravedad del crimen y el clamor por una respuesta judicial contundente.
Es importante destacar que, previo a la emisión de la sentencia, Wesly Vincent Carmona expresó su arrepentimiento ante sus familiares, los allegados de la víctima y la sociedad en general. Sin embargo, sus palabras no lograron alterar el curso de la justicia, que ha sido imparcial en su aplicación.
Las declaraciones durante el proceso revelaron tensiones y contradicciones entre los imputados, con acusaciones cruzadas y afirmaciones sobre la participación de “El Dotolcito” en la planificación y ejecución del acto delictivo. Incluso, Luisito Brito alegó haber recibido una oferta monetaria para inculparse, lo que arroja luz sobre la complejidad de este caso y las motivaciones de los involucrados.
El veredicto del Segundo Tribunal Colegiado del Distrito Nacional no solo representa el fin de un capítulo en la historia judicial dominicana, sino también un recordatorio de la importancia de la búsqueda incansable de la verdad y la aplicación equitativa de la ley en la construcción de una sociedad justa y segura para todos sus ciudadanos.
Daniel Suarez Mejía