El conflicto entre Israel y Hamas ha entrado en su quinto día, y la cifra de vidas perdidas supera las 2,200, dejando una estela de devastación en ambos lados. La escalada de violencia se desató después de un ataque sin precedentes de Hamas, en respuesta al empeoramiento de las condiciones para los palestinos bajo la ocupación israelí.
Las Fuerzas de Defensa de Israel informaron que más de 1,200 personas, incluyendo 155 soldados, han perdido la vida en Israel desde el inicio de las hostilidades. Por otro lado, el Ministerio de Salud en Gaza reporta más de 1,050 fallecidos y 5,100 heridos. Además, se estima que 250,000 palestinos se han visto desplazados por el conflicto.
Mientras la guerra continúa, la población de Gaza se enfrenta a una nueva crisis: la única central eléctrica del territorio se quedó sin combustible después de que Israel cortó el suministro de electricidad. Esto ha dejado a los generadores como la única fuente de electricidad en la Franja, aumentando el sufrimiento de la población.
Los enfrentamientos no se limitan a Gaza, ya que la región fronteriza entre Israel y el Líbano ha sido escenario de bombardeos. Hezbollah, un grupo insurgente libanés, disparó misiles antitanque contra posiciones del ejército israelí en respuesta a los ataques aéreos israelíes. La situación se complica aún más con amenazas de milicias respaldadas por Irán de atacar bases estadounidenses en la región.
Mientras tanto, las Naciones Unidas informan que nueve de sus trabajadores han perdido la vida en Gaza durante los bombardeos israelíes, lo que subraya la importancia de proteger a los civiles en medio del conflicto.
El papa Francisco también se ha pronunciado, pidiendo la liberación de los rehenes capturados por combatientes de Hamas y expresando su preocupación por el asedio que sufren los palestinos en Gaza.
Médicos Sin Fronteras advierte que los suministros médicos y el combustible se están agotando en Gaza, lo que agrava aún más la crisis humanitaria en curso. A medida que la situación empeora, muchos se quedan atrapados bajo los escombros, ya que la infraestructura está dañada y las ambulancias no pueden acceder a las zonas afectadas.
La comunidad internacional sigue buscando soluciones para poner fin a este conflicto, pero la violencia continúa, y la tragedia se profundiza en Medio Oriente. El sufrimiento de la población civil, tanto en Israel como en Gaza, aumenta día a día.