El Partido Republicano anunció hoy la elección de Tom Emmer, congresista de Minnesota y miembro de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, como su candidato a presidir la institución. Emmer, de 62 años, fue elegido entre nueve candidatos y ocupará el puesto de «speaker», que ha estado vacante desde que Kevin McCarthy, también republicano, fue destituido el pasado 3 de octubre tras una moción en su contra presentada por el congresista Matt Gaetz del mismo partido.
Tom Emmer ha sido congresista desde 2015 y se desempeñó como el «número tres» de los conservadores en la Cámara Baja desde enero, en el nuevo ciclo parlamentario que siguió a las elecciones de medio mandato del pasado noviembre, ganadas por los republicanos.
De los nueve candidatos iniciales, Emmer, que es miembro del Comité de Disciplina del Partido Republicano, era el de mayor rango. En la última ronda de votaciones internas, se impuso a Mike Johnson con 117 votos a favor y 97 en contra.
Emmer ha respaldado a otros candidatos, como Steve Scalise y Jim Jordan, y se ha comprometido a ser honesto y directo en su liderazgo, evitando proponer políticas que no pueda cumplir.
Es importante destacar que Emmer y Austin Scott fueron los únicos dos candidatos que votaron a favor de certificar los resultados de las elecciones presidenciales de 2020, en las que Joe Biden se impuso a Donald Trump, y son partidarios del matrimonio homosexual y de continuar suministrando ayuda a Ucrania. Estas posturas difieren de algunas voces dentro de su partido.
Actualmente, la presidencia interina de la Cámara Baja la ocupa Patrick McHenry, designado por McCarthy. Sin embargo, la elección del nuevo «speaker» es crucial para aprobar nuevas resoluciones y proyectos de ley, como la posible ayuda a Ucrania o Israel.
Los demócratas han criticado a los republicanos por lo que consideran una polarización extrema en el Congreso y han instado a una mayor cooperación en asuntos clave.
En cuanto a la votación para elegir al nuevo «speaker», Emmer necesita 217 votos de apoyo, pero un boicot interno ha retrasado la votación desde principios de mes.