De buenas intenciones está en pedrada el camino al informo el político tiene que hacerse acompañar de buenos profesionales confiables, que no hacen el trabajo por el dinero que se le ofrezca, sino que se identifiquen directamente con un proyecto.
En toda regla existen excepciones, pero hay oportunistas y logreros que se aprovechan de la candidez de un hombre sano como Jesús Rafael Cabrera, buen candidato interesado en servir a Puerto Plata que sorprendió a todos cuando se presentó a la Junta Electoral a demandar un recoleto de los votos. De buena a primera y sin explicar razones decidió recular y aceptar la derrota. Debió pensarlo antes de tomar la decisión, de toda forma es el dueño de sus decisión, traída por la greña o mal asesorado o aconsejado.
Afortunadamente sigue siendo un buen candidato, pero debe hacerse asesorar mejor.