A pocos meses de su salida del poder en 1986, Salvador Jorge Blanco observaría como el presidente de turno, Joaquín Balaguer, lo acusaría de desfalco al Estado durante su gestión a la cabeza del Poder Ejecutivo en el período 1982-1986.
La denuncia formal contra el expresidente Jorge Blanco fue depositada ante la Procuraduría General de la República por el abogado y dirigente balaguerista Marino Vinicio Castillo (Vincho), la cual también contenía acusaciones contra exfuncionarios de su Gobierno de haber realizado ventas sobrevaloradas a las Fuerzas Armadas y a la Policía Nacional en beneficio propio.