Pareciera que las destituciones de funcionarios en El Salvador no han terminado. El presidente Nayib Bukele adelantó el lunes que su gobierno va a cumplir el mandato de la población que en las más recientes elecciones le dio el control del Congreso a su partido —Nuevas Ideas— y le permite hacer cambios removiendo a funcionarios con los que el mandatario ha tenido marcadas diferencias.
“El pueblo no nos mandó a negociar. Se van todos”, dijo Bukele en un tuit.
El nuevo Legislativo también podría buscar la destitución de los magistrados de la Corte de Cuentas y el Procurador para la Defensa de los Derechos Humanos, Apolonio Tobar, cuya elección estuvo marcada por señalamientos y enfrentamientos entre los diputados por tener expedientes de investigación abiertos en el sistema judicial y por ser financista del partido Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), opositor.
Después de ser destituidos el pasado sábado por la nueva Asamblea, tres magistrados de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema y el fiscal general presentaron sus renuncias irrevocables, lo que deja libre el camino a los nuevos funcionarios que el lunes comenzaron su trabajo.
El 1 de mayo, después de instalarse, los diputados convocaron a la primera sesión plenaria y como puntos únicos a discusión promovieron la destitución inmediata de los cinco magistrados propietarios y suplentes de la Sala de lo Constitucional, así como la remoción del Fiscal General. La misma noche eligieron y juramentaron a los sucesores.