Debates Electorales. ¿En qué grado pueden incidir en la Intención del voto?
Cheo Lagombra
Aunque en el país no tenemos una cultura de que las ideas expuestas en un debate por la
disputa por cargos electorales que puedan convencer a los votantes, la realidad es, que un debate
en televisión siempre puede ser una asignatura difícil para algún candidato que busca el respaldo
de los electores.
Un estudio de televisión no es el hábitat natural de un candidato. Los congresistas tienen
más experiencias en debatir propuestas, aunque el debate en el congreso está estructurado en
base a un orden parlamentario y son muchos los detalles que pueden jugar a favor o en contra a
la hora de enfrentar una propuesta, además los participantes forman parte de una bancada que
responde a los intereses de sus partidos.
Por eso en los países que es una costumbre la realización de estos tipos de
polémicas, los candidatos que son favorecidos por las encuestas tratan de evitar este tipo de
enfrentamientos en televisión o los celebran en lo más alejado posible del día de las elecciones.
Por el contrario, quienes conforman la oposición son siempre los más interesados en celebrar
cuantos más debates posibles y cuánto más cerca de la jornada electoral.
En estas contiendas de las propuestas de los candidatos permiten a los
ciudadanos sentarse en familia frente al televisor, y pueden analizar los pros y contras de un
determinado proyecto de gobierno, generándose el uso del pensamiento crítico a la hora de
votar y puede surgir un voto producto de ese análisis. Este es el llamado voto consciente, cuando
se conocen los proyectos de los candidatos. Este es el beneficio que la política superficial de la
guerra de encuestas no brinda a ciencia cierta.
La Asociación Nacional de Jóvenes Empresarios (ANJE) organizó
una serie de debates con una participación escalonada de los aspirantes a cada uno de los dos
poderes del Estado que sus integrantes son escogidos por el voto popular ha tenido una acogida
muy favorable en el seno de la sociedad.
En la carrera por la presidencia la ANJE organizó un primer debate
en el que participaron 4 de los 9 candidatos que la opinión pública ha denominado candidatos
emergentes. Entre esos candidatos tenemos 2 mujeres, que demostraron que tienen dominio de
los problemas nacionales. Ese fue un debate ajustado a los lineamientos de este tipo de
actividad, donde los candidatos presentaron las propuestas de sus programas de gobierno.
Otro debate que también despertó interés en la opinión pública de una
manera inesperada fue el de las damas que están optando por la vicepresidencia de la república.
Aunque en la práctica los electores no votan por los vicepresidentes, ni su foto aparece en la
boleta, de nuevo la mujer dominicana se anotó otro punto a su favor. Ellas demostraron
también un amplio dominio de los asuntos que deben resolverse. Algunos han opinado que una
de ellas representó un “gallo tapao” por la fluidez de sus expresiones y el dominio de los
enfoques de los temas tratados. Pero el debate más esperado sin duda fue el
escenificado por los tres principales candidatos a la presidencia de la república. En ella por
primera vez participa un presidente que aspira a la reelección, este candidato es economista y su
fortaleza reside en manejar con destreza los datos estadísticos, pero esta ventaja puede
disminuirse si los datos no son precisos y actualizados, otro aspirante es un ex presidente que su
fortaleza es la comunicación social, habilidad que le facilita la transmisión de sus ideas y juicios
sobre todo en los medios de comunicación masiva, el más joven de los tres y que aspira por
primera vez a ser electo para ese cargo, había sido congresista y procurador fiscal, demostró
que también domina los temas que trata, pero se ha caracterizado en sus ponencias por el
dominio del lenguaje corporal, ya que la mayor parte de la información que recibimos proviene
de la comunicación no verbal. Una gran parte de
la población se debatía en unas apuestas de que su candidato ganaría el debate como si se
tratase de un juego de pelota, pero un partido en ese deporte depende del control y dominio de
los lanzadores, y el bateo oportuno de los demás jugadores, pero en este tipo de batalla
cualquier error, titubeo o evidencia de sus debilidades de los candidatos, pueden dejarlos fuera
del juego. Aunque
algunos analistas han considerado que en los principales temas discutidos como economía,
seguridad y las políticas sociales, los candidatos no se mostraron agresivos, pero ellos no
participaron para demostrar su superioridad, sino que su objetivo era persuadir. El candidato
presidencial que haya logrado comunicar y defender sus posturas podrá cosechar efectos
significativos, y es posible que puedan convencer no solo la razón, sino también la emoción del
elector.