Por Augusto Vásquez
PUERTO PLATA.— En una inédita aplicación en el país, las elecciones del 18 de febrero establecen una casi individualidad en la cantidad de posiciones a elegir. Con la excepción de los vicealcaldes y vicedirectores municipales, los concejales y vocales, así como los alcaldes y directores de distrito, deberán buscar sus propios votos, un método no experimentado desde 1962. Algunos analistas consultados califican el sistema como complejo, especialmente dado que la Junta Central Electoral (JCE) no ha llevado a cabo a nivel nacional la campaña educativa realizada en la capital y Santiago. Esta falta de orientación podría afectar a muchos candidatos debido a la nulidad de votos por ignorancia.
El nuevo sistema electoral también se ve agravado por las alianzas y acuerdos entre partidos, donde algunos dirigentes amenazan con no participar si no se aceptan los candidatos que ellos proponen, sin importar la calidad y condiciones de los mismos. Muchos de estos candidatos no podrán ser evaluados adecuadamente, considerando que el tiempo no es suficiente para cumplir con los plazos acordados con la JCE.
La semana que sigue al largo fin de semana se presenta crucial para los partidos y sus candidatos, que apuestan por la victoria proclamándola con optimismo. Sin embargo, la realidad es que es difícil que algún candidato admita la posibilidad de perder las elecciones, incluso aquellos que buscan la reelección y han sido ratificados por sus partidos. A menudo, estos alegan que han cumplido a pesar de las críticas, resaltando una supuesta buena gestión.
Es evidente que los comentarios, análisis y observaciones no serán los determinantes del triunfo electoral, sino las acciones realizadas en los casi cuatro años de gestión. Las obras concretadas o pendientes, el manejo presupuestario y la respuesta a las necesidades locales serán aspectos fundamentales que influirán en la decisión de los votantes. La semana previa a las elecciones será un periodo crucial para los candidatos, quienes deberán demostrar no solo su capacidad de expresión, sino, lo que es más importante, su capacidad de acción y ejecución.