Al menos en lo que respecta a la parte estrictamente de salud, la Ley 87-01, que crea el Sistema Dominicano de la Seguridad Social, no requiere de modificaciones sino de aplicación.

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Al menos en lo que respecta a la parte estrictamente de salud, la Ley 87-01, que crea el Sistema Dominicano de la Seguridad Social, no requiere de modificaciones sino de aplicación.

En esto está más que convencido el que fuera uno de los creadores de esta ley, Arismendi Díaz Santana, quien también tiene claro el juego de intereses que ha impedido una aplicación íntegra de la legislación que se aprobó el 9 de mayo de 2001, tras largos años de debates intersectoriales.

Más allá de sus análisis que con regularidad hace sobre el funcionamiento de la seguridad social, Díaz Santana conversa con Diario Libre sobre los aspectos que todavía siguen pendientes 22 años después de esa aprobación.

“Lo que afecta a la gente es la mala calidad del servicio público que lo obliga a ir al sector privado e incurrir en copago, para eso no hay que modificar la ley”Arismendi Díaz Santana

Los problemas en salud, la gran mayoría, no tienen nada que ver con la Ley, tienen que ver con la aplicación de la Ley, con reglamentos que ha establecido el Consejo (Consejo Nacional de la Seguridad Social), con trabas de los procedimientos que hay que seguir“, plantea previo a citar los puntos que, advierte, se deben atender en la seguridad social dominicana.

Que haya una buena cobertura en salud, que el servicio público responda a la demanda que tiene la población, que se haga realidad, de una vez y por todas, la atención primaria y la necesidad de una receta única y por principio activo, no por marcas de producto, serían el motor de cambio ante un cuestionado servicio que los usuarios sienten que no les “cubre nada”.