El reciente despliegue de debates electorales, orquestado por la Asociación de Jóvenes Empresarios, ha dejado una huella indeleble en el panorama político dominicano. Estos encuentros, que han contado con la participación destacada del presidente Luis Abinader, así como de prominentes figuras de la oposición como Leonel Fernández y Abel Martínez, han transformado la dinámica tradicional de las campañas electorales en todo el territorio nacional.
La iniciativa liderada por la juventud empresarial ha cobrado tal relevancia que, en muchos aspectos, ha eclipsado la propia campaña electoral oficial. La aceptación y participación de figuras clave del ámbito político ha contribuido a consolidar la importancia de estos debates como una herramienta vital para el proceso democrático.
La cobertura mediática y el apoyo solidario de diversos medios de comunicación han sido pilares fundamentales para la difusión y alcance de estos eventos, los cuales han generado un interés sin precedentes entre la población. Especialmente notables han sido los debates que incluyeron la participación de candidatos a vicepresidentes y aspirantes al Senado en la capital, lo que ha despertado una atención inédita en el electorado.
Es importante subrayar que la televisión estatal ha desempeñado un papel central en la transmisión de estos debates, demostrando así su compromiso con la transparencia y la participación ciudadana en el proceso electoral.
Los debates han sido un testimonio elocuente de la capacidad y el conocimiento de los participantes, así como del respeto y cumplimiento de las directrices establecidas por los organizadores. Este ejercicio democrático ha permitido a los ciudadanos evaluar de manera informada las propuestas y proyectos de los candidatos, enriqueciendo así el debate público y fortaleciendo la democracia.
A la luz de este acontecimiento histórico, es imperativo que los legisladores electos el próximo 19 de mayo consideren la importancia y el interés que han suscitado los debates electorales. Es necesario que se promueva la institucionalización de estos encuentros a través de una ley que garantice la participación de todos los candidatos, incluidos los presidenciales, y que se extienda la práctica a nivel nacional, tanto en las provincias como en los principales municipios.
La Junta Central Electoral, como ente rector de los procesos electorales, debe asumir un papel proactivo en este sentido, colaborando en la elaboración de un marco legal que consagre la celebración de debates en futuras campañas electorales. Esta medida no solo contribuirá a fortalecer la democracia dominicana, sino que también fomentará una mayor participación ciudadana y un debate político más informado y transparente.
Daniel Suarez Mejía
