Turbulencias en elecciones presidenciales, siempre presente, recuerdan 1978-1994

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Los estudiosos de los procesos políticos dominicanos seña­lan las elecciones de 1978 y 1994 como las más conflictivas y peligro­sas para el proceso democráti­co que se inició en 1962 y tuvo la interrupción del golpe de Es­tado de 1963 y la revuelta civil de 1965.

En 1978, los militares adep­tos al entonces Presidente Joa­quín Balaguer participaron abiertamente en la campaña por la reelección llegando al punto de exhibir pañuelos ro­jos –símbolos del Partido Re­formista- en las puntas de sus bayonetas, paralizaron el con­teo de las votos el dia de los co­micios, se negaban a entregar el poder perdido en las urnas y fue necesario la intervención directa de Estados Unidos y fue necesa­rio una negociación que le otor­gó al gobernante derrotado cua­tro senadores y un diputado que no había ganado.

El resultado de los comicios de 1994, nueva vez con Balaguer en reelección, provocó una crisis político-electoral cuando el opo­sitor Partido Revolucionario Do­minicano, PRD, y su candidato presidencial, José Francisco Peña Gómez, declararon un fraude y amenazaron con llamar a la gen­te a las calles a protestar, situa­ción que se zanjó cuando Bala­guer decidió recortar dos años el período de gobierno que asumía ganado y, por tanto llamar a elec­ciones nueva vez en 1996, refor­mar la Constitución para prohi­bir la reelección y otras medidas para garantizar la transparencia de las votaciones.