Si bien el menor de los dos hermanos lanzadores nativos de Manoguayabo brilló mucho más a través de las Ligas Mayores, tanto que se hizo acreedor de un nicho en Cooperstown, no es menos cierto que su predecesor e inspirador tuvo luz propia en su actuación bajo la Gran Carpa.
Mientras su hazaña de un juego sin hits ni carreras contra los Marlins de Florida el 14 de julio de 1995 coloca a Ramón Martínez en un grupo exclusivo entre los pitchers dominicanos que han pasado por las Grandes Ligas, existe otro hecho que lo sitúa a la vanguardia de los serpentineros criollos.
El pasado 4 de junio se cumplieron exactamente 30 años de su gema en 1990 cuando logró 18 ponches (seis cantados) contra los Bravos de Atlanta en el Dodger Stadium ante 22,098 aficionados, la cual se mantiene como máxima marca para nacionales de la República Dominicana.
De acuerdo con la reseña del partido escrita por Bill Plaschke en el diario Los Ángeles Times, la bola rápida del derecho de los Dodgerstocó ese día un pico de 96 mph en un esfuerzo de 123 lanzamientos de los cuales 83 fueron strikes, mientras empataba el récord del equipo establecido dos veces por Sandy Koufax (31 de agosto de 1959 y 24 de abril de 1962).
