República Dominicana se ha destacado como líder económico de Centroamérica desde su ingreso al Sistema de Integración Centroamericana (SICA) en 2013. Durante esta década, la nación caribeña ha mantenido un crecimiento promedio del 5.3%, superando a otros países de la región como Panamá y Guatemala. Con un PIB nominal de $114 mil millones, RD se ha consolidado como la economía más grande de Centroamérica.
El Banco Central de la República Dominicana (BCRD) ha jugado un papel crucial en esta estabilidad económica. La implementación de un esquema de metas de inflación ha contribuido a reducir la inflación y su volatilidad, además de estimular el crecimiento del crédito privado en moneda nacional, que ha registrado un impresionante crecimiento promedio del 10.4% entre 2013 y 2022, el más alto en la región.
No obstante, la región enfrenta choques externos de distinta naturaleza, en particular el ciclo económico de Estados Unidos y el precio del petróleo. Estos factores han influenciado las políticas monetarias de los países de Centroamérica y República Dominicana.
La irrupción de la pandemia de COVID-19 en 2020 resultó en la recesión de las economías de la región. En respuesta, los bancos centrales redujeron sus tasas de política monetaria y se adoptaron políticas fiscales expansivas para mitigar el impacto económico. Esta expansión fiscal resultó en mayores déficits fiscales y un aumento de la deuda pública en la región.
A medida que los países iniciaron sus procesos de vacunación y reapertura económica, se observó una recuperación sostenida. Sin embargo, el aumento de la demanda de bienes y servicios, combinado con la disrupción en la cadena de suministro global y el alza en los precios de los commodities, ha impulsado la inflación en la región.
Para combatir la inflación, los bancos centrales han comenzado a retirar los estímulos monetarios, centrándose en detener el aumento de precios con el menor impacto en la recuperación económica. República Dominicana y Costa Rica fueron los primeros en anunciar el retiro de estímulos en 2021.
Con tasas de crecimiento saludables y estabilidad de precios, se espera que los bancos centrales de Centroamérica y República Dominicana normalicen sus políticas y se centren en los desafíos internos. La normalización de la política monetaria está facilitada por las decisiones de los bancos centrales en países industrializados, que apuntan a corregir el problema inflacionario y garantizar un aterrizaje suave de sus economías.
Este entorno prometedor allana el camino para un nuevo ciclo de crecimiento sostenido y creación de empleos en la región, consolidando a República Dominicana como un líder económico en Centroamérica.