En un acto marcado por el respeto a la democracia y la dignidad humana, un total de 4,296 reclusos ejercieron su derecho al voto en el nuevo modelo penitenciario y otras instituciones carcelarias del país durante las elecciones presidenciales y congresuales del 19 de mayo.
La cárcel de Najayo-Mujeres fue el escenario de este importante acontecimiento, donde la miembro titular de la Junta Central Electoral (JCE), Dolores Fernández Sánchez, el director de elecciones, Mario Núñez, y representantes de la embajada de Estados Unidos, dieron inicio al proceso electoral con dos horarios de votación, por la mañana y por la tarde.
El himno nacional resonó solemnemente en las paredes de Najayo Mujeres, minutos antes de que las reclusas, desprovistas de uniformes carcelarios y acompañadas por parejas, ejercieran su derecho cívico depositando sus decisiones en las urnas.
En este emblemático centro penitenciario, 122 internas participaron en el proceso electoral, mientras que en la cárcel de Najayo-Hombres, más de 400 reclusos acudieron a las urnas para hacer oír su voz.
Dolores Fernández, en un discurso emotivo, destacó la importancia del día para la democracia dominicana, haciendo hincapié en la dignidad humana, tal como lo expresó Nelson Mandela. Enfatizó en que los privados de libertad son parte integral de la sociedad y que el ejercicio del voto es un derecho fundamental para aquellos que aún no han recibido condena, conforme lo establece la Constitución.
Por su parte, el director general de Servicios Penitenciarios y Correccionales, Roberto Hernández Basilio, aseguró que el proceso se llevó a cabo de manera transparente y segura, en consonancia con los principios democráticos del país. Se implementó un protocolo meticuloso que incluyó roles específicos para el personal, división por áreas y suministro adecuado de alimentos, agua y herramientas.
Servio Tulio Castaño Guzmán, vicepresidente ejecutivo de la Fundación Institucionalidad y Justicia (JCE), elogió la decisión de la JCE de aprobar el reglamento que permitió a los reclusos ejercer su derecho al voto, un paso significativo hacia una democracia inclusiva y participativa.