En medio de una atmósfera cargada de tensiones, la renuncia de Maoche Tavarez ha dejado al descubierto la aguda crisis interna que actualmente sacude al Partido de la Liberación Dominicana (PLD) en Puerto Plata.
La toma de decisiones relacionadas con la conformación de las boletas electorales y las tensiones acumuladas por eventos pasados durante el reciente proceso de elección de candidatos municipales han exacerbado las divisiones internas.
Este episodio amenaza con socavar aún más la escasa armonía que persiste dentro del partido morado en la “novia del Atlántico”.
En una publicación en sus redes sociales, Tavarez anunció su retiro del partido que lo acogió durante 28 años, compartiendo las siguientes palabras:
“Después de 28 años de militancia y trabajo continuo en la política, en el partido de mi vida, hoy navegamos hacia otros horizontes con nuestros proyectos. Nos reservamos las razones por respeto, pero que mi partido conoce. Agradecido siempre de todas las oportunidades y aprendizaje, siempre les llevaré en mí. Continuaremos nuestra carrera política, siempre al servicio de todos y en defensa de los mejores intereses de Puerto Plata.”
La salida de Tavarez, con su rica trayectoria de casi tres décadas, subraya la complejidad de los desafíos internos que enfrenta el PLD en una coyuntura crucial para la política local.
