Llegaron ellos. el 14 de junio de 1959

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Eran la 6:20 de la tarde cuando un avión pintado con las siglas de la Fuerza Aérea de Trujillo aterrizaba en el poblado de Constanza.
 
Los 54 hombres comandados por Enrique Jiménez Moya y Delio Gómez Ochoa fueron inmediatamente emboscados por las tropas de Trujillo, por lo que tuvieron que repelerse por las montañas para salvaguardar sus vidas.
 
“El grado de compromiso que tuvieron esos expedicionarios fue inimaginable, aquí la gente no ha sabido aquilatar la magnitud de lo que fue eso, jóvenes y no tan jóvenes vinieron a combatir a Trujillo; el médico Toribio Bencosme tenía 47 años y mi papá (José Horacio Rodríguez Vásquez) tenía 49; Lucas Pichardo, fundador histórico del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) tenía 62 años y vino con un hijo también a combatir”, narra Porfirio Rodríguez al LISTÍN DIARIO durante una entrevista vía Zoom.
 
Porfirio cuenta que hubo al menos tres expedicionarios que vinieron a entregar sus vidas junto a sus hijos, así como hermanos y primos que dejaron la relativa comodidad del exilio para morir en el intento de liberar al pueblo dominicano de la tiranía.
 
Incluso muchos de los que se sacrificaron habían combatido a Trujillo desde el principio de su tiranía.
 
“A Trujillo lo combatieron siempre, lo de la expedición del 59′ ya era el epílogo de la dictadura; pero desde 1930 se combatió a Trujillo; gente que lo combatió en sus principios, participaron en la expedición del 59′ como los hermanos Mainardi”, explica Porfirio, quien es nieto de Juancito Rodríguez e hijo de José Horacio Rodríguez Vásquez.
 
Divisiones y fracasos
 
Uno de las cosas que no se dice, afirma Porfirio Rodríguez, es que ni el PRD ni el Movimiento Popular Dominicano (MPD) apoyaron oficialmente a la expedición, a pesar de que miembros de sus partidos sí lo hicieron por su cuenta.
 
“El PRD no se sumó de manera oficial, ni Juan Bosch ni Ángel Miolan; ni se sumó el MPD. La razón es que no creían que iba a prosperar porque aquí no había apoyo interurbano”, explica.
 
Porfirio pone de ejemplo a Fidel Castro, quien contó con el apoyo de Frank País que lideraba los sabotajes en la capital de Cuba, en concordancia con los frentes guerrilleros establecidos en Sierra Maestra.
 
Otras de las situaciones que produjeron el fracaso militar de la expedición fue el adoctrinamiento y terror que mantenía el Estado trujillista, sobre todo en los campesinos.
 
“Los campesinos le dieron la espalda a los expedicionarios porque el adoctrinamiento era absoluto ya que la gente le escondía a sus propios hijos que eran antitrujullistas. Muchas personas se emocionaban al enterarse de que la expedición había llegado al país; sin embargo, no podían demostrárselo ni siquiera a sus familiares”, expone Porfirio.
 
Finalmente Truj

illo aplastó a la expedición con su aparato militar y de los 198 hombres que vinieron a combatirlo solo sobrevivieron Mayobanex Vargas, Delio Gómez Ochoa, Pablito Mirabal, Poncio Pou Saleta, Francisco Medardo Germán y Gonzalo Almonte Pacheco.

 
Juancito Rodríguez había perdido lo último que le quedaba: su hijo José Horacio Rodríguez Vásquez, quien murió en combate el mismo día del desembarco, el cual se había atrasado por inconvenientes con la lancha y el mal tiempo.
 
Seis meses antes del ajusticiamiento de Trujillo, y sin más nada que perder, Juancito se quitó la vida mientras estaba en el exilio y sin poder ver al sátrapa fuera del poder.