Este primero de enero, Haití celebra los 220 años de su independencia en medio de una crisis política, social, económica y humanitaria sin precedentes. Aunque las festividades no tuvieron lugar en Gonaïves, conocida como la Cité de l’indépendance, sino en el Museo del Panteón Nacional (Mupanah) en Puerto Príncipe, el evento resalta la difícil situación que enfrentan los 11 millones de habitantes del país.
El primer ministro, Ariel Henry, destacó la importancia del año 2024 como un momento crucial en la historia de Haití. En sus palabras, este debe ser el año de la “vuelta a la normalidad y del retorno a la libre circulación de personas y mercancías”. El líder gubernamental señaló que la situación actual, aunque excepcional, es una oportunidad para forjar un futuro de libertad y dignidad.
Henry subrayó la necesidad de restablecer la democracia, la Constitución y el Estado de derecho en 2024, abogando por un clima de paz que permita la celebración de elecciones. En su discurso, también abordó temas como el hambre, la omnipotencia de las bandas y la importancia de la agricultura, particularmente en lo que respecta al uso equitativo de los recursos hídricos fronterizos.
El año 2023 estuvo marcado por masacres, guerras urbanas, secuestros y violencia generalizada, generando llamados del Gobierno a la comunidad internacional para enviar tropas que ayuden a restablecer la paz y la seguridad. El país lleva sin un gobernante electo desde 2021 tras el asesinato del presidente Jovenel Moise, y los desafíos son aún mayores debido a la falta de elecciones y la presencia de grupos armados que controlan áreas estratégicas.
A pesar de estos desafíos, Henry expresó su esperanza de que 2024 sea un “año de crecimiento, empleo, cambio y organización”, instando a la realización de elecciones inclusivas, transparentes y democráticas. La comunidad internacional ha respondido con la aprobación de una fuerza de seguridad multinacional para apoyar a la Policía Nacional y restaurar el orden en Haití. La incertidumbre persiste, pero el llamado a la solidaridad y la esperanza en un futuro mejor para Haití permanecen en el centro de la conmemoración de su independencia.
