Las Águilas Cibaeñas, a pesar de desplegar una constelación de talento en el terreno, cerraron una de sus peores series regulares en la historia del béisbol dominicano. Con un registro de 21-27 y un porcentaje de .438, este desempeño representa la actuación más desafiante para los cibaeños desde la temporada 2018-19, cuando lograron un modesto 22-28 (.440) y ocuparon el quinto puesto.
La temporada, marcada por un rendimiento inconsistente, vio a las Águilas luchando por asegurar un lugar en el Round Robin. Desde el comienzo, el equipo se encontró en una posición difícil con un desalentador récord de 5-14, sumiéndose rápidamente en el sótano, del cual emergieron solo en la penúltima semana de la jornada regular.
Aunque contaron con jugadores con experiencia en Grandes Ligas como Christopher Morel, Elehuris Montero, Yairo Muñoz, Jerar Encarnación, Juan Lagares, Starlin Castro, Gilberto Celestino, y talentosos novatos como Alexander Canario, la actuación global no estuvo a la altura de las expectativas.
A pesar de una destacada ofensiva que situó al equipo en el segundo lugar de bateo colectivo en la Liga con .259, solo detrás de los Gigantes con .262, las deficiencias en el pitcheo y, más preocupante aún, en el aspecto defensivo, marcaron una temporada plagada de desafíos para las Águilas.
Un total de 67 errores, la peor marca en el circuito, superando las 59 del equipo más cercano, reflejan las luchas defensivas del equipo. Estos errores fueron 19 más que los alcanzados por el mismo club el año anterior.
Con esta pésima actuación, los aguiluchos se despiden hasta octubre del 2024.