Cunto gana el Papa

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Voto de pobreza

La falta de salario del Papa Francisco siguió la tradición del voto de pobreza adoptado por el religioso al unirse a la Compañía de Jesús. Pero incluso si no fuera así, ningún Pontífice ha recibido jamás una suma regular a lo largo de la historia, como destacó el Vaticano en 2001 en medio de especulaciones sobre un posible pago a Juan Pablo II.

Durante el pontificado, la vivienda y la alimentación son pagadas íntegramente por la Santa Sede en beneficio del líder de los católicos. Sin embargo, corresponde al líder del Vaticano administrar un fondo para apoyar acciones e instituciones caritativas en todo el mundo.

¿Qué pasa con las pertenencias del Papa?

La partida de Francisco marca el final de un ciclo en la Iglesia Católica. Tras la muerte del Pontífice, la institución entra en un período de vacancia —un período de entre 15 y 20 días en el que el cargo permanece vacante— hasta que el sucesor sea elegido por el Colegio Cardenalicio durante el cónclave.

En los ritos católicos, la muerte sólo se confirma cuando el cardenal camarlengo —que administra la Iglesia durante el tiempo de la sede vacante— pronuncia tres veces el nombre bautismal del Papa.

Al no haber reacción, le golpea la frente con un martillo de plata con mango de marfil. Finalmente, pronuncia la frase: “Vere Papa mortuus est” (o bien, “El Papa ha muerto“).

Después de la partida del Papa, varios ritos comenzaron a ser realizados por la Iglesia Católica. El apartamento del Pontífice fue desocupado y sellado con un sello de lacre y permanecerá así hasta que sea elegido su sucesor. El Anillo del Pescador, símbolo del poder papal recibido al ascender al Trono de Pedro, fue destruido, señal de que el reinado había terminado. Esta función también la desempeña el camarlengo, cargo que actualmente ocupa el cardenal Kevin Joseph Farrell.

¿Quién fue Francisco?

Era 13 de marzo de 2013 cuando el argentino Jorge Mario Bergoglio apareció en el balcón central de la Basílica de San Pedro, provocando los gritos de la multitud que, una hora antes, había visto la humareda blanca de la Capilla Sixtina anunciar la elección del nuevo líder de la Iglesia católica.

Bergoglio, el Papa Francisco, no tardó en mostrar al mundo su devoción por las bromas: «Ustedes saben que el deber de un cónclave es dar a Roma un obispo. Parece que mis hermanos cardenales me buscaron casi hasta el fin del mundo».

Y de Buenos Aires vino el religioso que en los 12 años siguientes sacudió la Curia, poniendo en el foco temas como la defensa del medio ambiente, el severo castigo a la corrupción en el Vaticano y la pederastia, además de abrir espacio para la discusión de la ordenación de hombres y mujeres casados.

La salud de Francisco había sido motivo de preocupación durante años. Además de un episodio a los 21 años, cuando perdió la parte superior del pulmón derecho debido a una neumonía severa, el Papa había acumulado problemas en la cadera, la espalda y artrosis en las rodillas, que redujeron su movilidad con el paso de los años. mTsCWYf6