El Parlamento de Cuba, tal y como se esperaba, designó el jueves presidente de la República al actual mandatario, Miguel Díaz-Canel, en cumplimiento de la nueva Constitución de la isla, que modifica el organigrama de poder y recupera esa figura eliminada en 1976.
El mandatario de 59 años inicia de este modo su primer mandato de un lustro, más de un año después de asumir la dirección de la isla en relevo de Raúl Castro, y con ello asume unos poderes más amplios que hasta ahora ya que podría tomar decisiones sin depender de la aprobación del Consejo de Estado, al menos formalmente.
La Asamblea Nacional del Poder Popular (Parlamento unicameral) nominó y ratificó al presidente de la República durante una sesión extraordinaria con 579 papeletas a favor, de un total de 580 diputados.
Igualmente sin sorpresas, se designó vicepresidente a Salvador Valdés Mesa, un veterano político y exdirigente sindical de 74 años que ya se desempeñaba como número dos del Ejecutivo, en este caso con 569 votos favorables.
Los diputados también aprobaron que tanto el presidente y vicepresidente de la República ocupen escaño en la presidencia de la Asamblea Nacional.
“Hoy comienza una nueva etapa de trabajo para quienes representamos al Estado y al Gobierno”, afirmó Díaz-Canel en un discurso tras asumir el nuevo cargo, en el que aseguró que “la tarea número uno tiene que ser el futuro”.
Las palabras del mandatario se difundieron en tiempo real a través de la cuenta de la Presidencia cubana en Twitter, ya que la televisión transmitió con un diferido de dos horas la sesión parlamentaria, a la que además no se permitió el acceso de la prensa extranjera acreditada en la isla.