Preservemos las Casas Victorianas que son un Ícono de Puerto Plata

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Cheo Lagombra
El patrimonio cultural es un legado invaluable que nos conecta con nuestras raíces, historia
y tradiciones. Se trata de un conjunto de bienes materiales e inmateriales que representan nuestra
identidad como sociedad. Preservar este patrimonio es fundamental para mantener vivo nuestro
pasado y transmitirlo a las futuras generaciones.


Otra razón importante para preservar el patrimonio cultural es su valor educativo. A través
de estos elementos, podemos aprender sobre las formas de vida de nuestros antepasados, sus
creencias, costumbres y logros. Esto nos ayuda a entender cómo hemos llegado a ser lo que
somos hoy y a valorar el legado que nos han dejado. Además, el patrimonio cultural es una
fuente de inspiración y creatividad. Nos brinda referencias históricas y estéticas que enriquecen
nuestras expresiones artísticas y nos permiten innovar en diversos campos.


La zona colonial en Santo Domingo en es un ejemplo exitoso de conservación de nuestro
patrimonio cultural. Pero Puerto Plata es la cara opuesta de la moneda de lo que ha pasado en la
zona colonial. Ese patrimonio cultural tangible que son las casas de arquitectura victoriana, la
realidad indica que vamos a dejar que se extinga por falta de una política oficial de
conservación y restauración que garantice la preservación a largo plazo de ese patrimonio
cultural. Este es un tema recurrente, al que se han referido en innúmeras ocasiones
profesionales de la comunicación no solo de los medios locales sino también nacionales. La
arquitectura victoriana en nuestra ciudad es un tesoro histórico ya que predomina y define las
características arquitectónicas de una época importante de la historia de Puerto Plata y le dan
una característica única a ese entorno.

La mayoría de los historiadores locales y nacionales concuerdan que ese estilo
proveniente de Inglaterra y que fue llamado así en honor a la Reina Victoria comenzó a florecer
en Puerto Plata a partir de 1857, con la llegada de ebanistas, carpinteros y otros artesanos
procedente de las islas caribeñas que eran colonias inglesas, los apellidos de los descendientes
de esos inmigrantes están ahí, así como también bajo la influencia de las inmigraciones,
alemanas, italianas, francesas y de otros países europeos, la cual empezó predominar el estilo
victoriano. El Dr. Puig unificó sus esfuerzos con Robert S. Gamble para
realizar un levantamiento y contabilizaron 375 inmuebles en 1975 que fueron construidos para
viviendas particulares, pero también se construyeron edificaciones destinadas a actividades
sociales como el Club del Comercio y la Sociedad Fe en el Porvenir, ubicados frente al parque
central. Germán Camarena destacado dirigente político e investigador,

y posteriormente el artista gráfico Ramón Peña, realizaron trabajos de investigación y entre
sus hallazgos destacan una reducción significativa en el porcentaje de edificaciones
victorianas que se contabilizaron en el inventario Puig-Gamble en 1975, estos nuevos
inventarios no toman en cuenta el estado de conservación de muchas de esas edificaciones, que
a simple vista se percibe el grado de deterioro de su construcción o parte de ella, ya que sus
propietarios no tienen los recursos necesarios para emprender su restauración, o bien porque a
éstos no les interesa conservarlos, sino levantar en ese sitio una nueva edificación y que de
continuar deteriorándose puede representar un peligro de colapso que puede atentar contra la
seguridad de cualquier transeúnte, incluyendo cruceristas que pasean a pie por ese polígono.
Hay que señalar que en los
últimos años con el auge de la visita de los cruceros algunas edificaciones han sido
remodeladas por el sector privado para ser utilizados con fines comerciales. Sin embargo las
últimas desapariciones de esos monumentos se deben a incendios provocados que según
argumentan algunos son causados por “cortocircuitos” de sus instalaciones eléctricas y los
espacios que ocupaban son convertidos en parqueos. Para la
preservación de ese patrimonio cultural, Puerto Plata debe enfrentar serios desafíos. Si se han
diseñado proyectos en ese sentido, por lo menos no se han publicitado como se acostumbra en
estos casos en nuestro país. El principal desafío es el deterioro de esos elementos patrimoniales
debido al paso del tiempo, y a la falta de mantenimiento. Estas
políticas deben ser respaldadas por recursos financieros y humanos especializados, ya que la
preservación de ese patrimonio cultural, es fundamental y se deben tomar medidas concretas.
No podemos confundir que conservar una ciudad es lo mismo que la conservación de su
patrimonio cultural, conservarlo, protegerlo y mantenerlo en el tiempo debe ser un esfuerzo
constante de la cultura urbana. Perderlos, significa degradación de una especie de capital
simbólico que hemos acumulado a lo largo de nuestra historia ya que es una forma de riqueza
que puede expresarse a través de íconos como son nuestras casas victorianas.