En la actualidad Puerto Plata enfrenta  grandes problemáticas entre ellas la de los

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Por: Roque J. De León B.
En la actualidad Puerto Plata enfrenta  grandes problemáticas entre ellas la de los discapacitados, personas en sillas de ruedas, damas con niños en  brazos, entre otros, que se apostan en nuestros semáforos para pedir a los conductores alguna dádiva.
Estos personajes se nos han hecho parte del paisaje de tanto verlos en importantes arterias de nuestra ciudad, donde exhibiendo cualquier tipo de lesión en algún órgano o falta de una de sus extremidades, se lanzan delante de los vehículos sobre todo en los semáforos, sin tener en cuenta al peligro al que se exponen y la difícil situación que pueden crearle al conductor.
Sólo hay que observar lo que ocurre a diario en las intersecciones: Calle Separación con Salomé Ureña, Manolo Tavárez Justo esquina prolongación Hermanas Mirabal, en el peligroso cruce del Hospital Ricardo Limardo, entre otras.
Lo más preocupante de esta situación es que en verdad no estamos seguros de si son pedigüeños o  cuál es su real misión, porque hay de ellos que al igual que nos los encontramos en Puerto Plata, podemos verlos en Santiago y todo el Cibao Central; eso es peligroso.
Algunos muestran aspecto de enfermos mentales y parecería que disfrutan al  mostrar sus extremidades y órganos afectados a los que pretenden convertir en sus colaboradores.
Llama la atención el hecho de que en nuestro entorno ninguna autoridad o institución gubernamental hasta el momento haya dado el frente a esta situación tan delicada, penosa y molestosa a la vez.
No menos curioso y llamativo es que ante cualquier denuncia o reclamo regularmente alguien aparece para recordar que somos un “Destino Turístico” y “que mucho cuidado porque podemos hacer daño a la actividad que genera mayores ingresos a la economía del país”.
Soy de los que entiende que de los recursos generados por la Industria sin Chimenea debe crearse un fondo para enfrentar a los diferentes males que nos afectan como destino y, el de los enfermos pedigüeños de los semáforos es uno de ellos.
No es suficiente con la ilusión de que somos un “Destino Turístico Crucerista” que está en plena efervescencia, hay que identificar, observar, dar seguimiento, frenar y solucionar esos males que tal como si fueran una especie de cizaña, crecen y se desarrollan en el mismo centro  de la industria turística.
Bajo ningún concepto es mi intención que sean reprimidas estas personas sino que las instituciones responsables del Servicio Social del Estado, en una acción conjunta con las de la Sociedad Civil; diseñen un plan estratégico para orientar a las familias y creen un programa con miras a rescatar e integrar a la vida productiva a esos pedigüeños, que cada día son más, lucen muy  desorientados y deteriorados.
ROQUE J. DE LEON B.
DIPLOMADO EN TÉCNICAS DE COMUNICACIÓN SOCIAL INTEGRAL.
MIEMBRO DEL SNTP Y EL SINLOPP.