El PRM también desarrolló juramentaciones de nuevos militantes, y reformó sus estatutos que serán refrendados en una asamblea nacional del partido a celebrarse en el mes de enero del año próximo. La reforma estatutaria que prohibía la reelección abre paso al presidente Luis Abinader para que pueda repostularse en el cargo.
El partido oficialista ha sido objeto de ataques y presiones por parte de sus miembros quienes reclaman empleos. En este 2021 mostraron una débil línea partidaria que impidió el consenso en torno a importantes leyes discutidas en el Congreso Nacional.
Del opositor Partido de la Liberación Dominicana (PLD) se puede decir que ha sufrido fuertes sacudidas, tras perder las elecciones del 2020. Ha sufrido la fuga de miembros, quienes pasan a cerrar filas en el partido Fuerza del Pueblo, organización que preside Leonel Fernández.
A ello se suman las imputaciones por corrupción que han recibido varios exfuncionarios, incluidos hermanos del exmandatario Danilo Medina y presidente del PLD. Celebraron su congreso interno donde nombraron a Medina su presidente, ya tienen en las calles, en activismo político a cinco aspirantes presidenciales para el 2024.
La Fuerza del Pueblo ha tenido un año marcado por las juramentaciones de nuevos miembros, mayormente del PLD.
Entró en diferencias con la Junta Central Electoral que mediante resolución lo declaró partido mayoritario, pero tras acudir a los tribunales tuvo ganancia de causa. Tiene pendiente celebrar su Congreso elector Manolo Taváres Justo.
Desde el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) se trabaja en recuperar fuerzas perdidas, en parte por sus alianzas con el PLD. Sus autoridades trabajan en un proceso de reingienería con las esperanzas de volver a cautivar el electorado, han cambiado mandos medios y realizan reuniones a nivel nacional. En igual situación se encuentran las demás fuerzas políticas del país.
Cuáles son los principales retos de los partidos en el año 2022
Para el sociólogo Cándido Mercedes los partidos políticos en República Dominicana tienen el gran desafío de mirarse en el rostro de lo que está pasando en toda la región de América Latina, donde las organizaciones tradicionales han desaparecido y otros actores políticos sociales han emergido al Estado.