Desde hace varias décadas se ha tomado como parámetro que las acciones de los primeros 100 días de un Gobierno nuevo puede ser un indicativo de cómo podría terminar su gestión presidencial.
El mandato presidencial en República Dominicana, como en la mayoría de los países, es de 1,460 días; sin embargo, tradicionalmente en el país el período de los primeros cien días es considerado de tregua hasta ahora los primeros cien días solo han sido un tiempo de tregua de parte de la oposición política.
A solo un día de haber ganado las elecciones presidenciales, Luis Abinader, inició la formación de su gabinete por la red social Twitter, esto sería algo muy significativo y sin precedente en el país ya que se convertirá en el primer mandatario en usar las redes sociales para estos fines.
Al parecer era una buena idea ya que no tendría que esperar asumir las riendas del Gobierno para luego dar a conocer a los funcionarios que lo acompañarían en su gabinete, y en el proceso de la transición.
Los días pasaban, y los tuis del presidente electo no paraban. Uno a uno, ministros y funcionarios de primera y segunda categoría eran anunciados en las pantallas de los dispositivos tecnológicos, y muy especialmente en los celulares que son los más populares.
Pero con lo que nunca contó el Presidente y sus asesores, es que en un partido como el PRM (Partido Revolucionario Moderno), donde todos tienen, o se creen con derecho de hablar sin esperar que “le bajen línea”, y periodistas habidos de noticias, sería un inconveniente a futuro.
Antes de asumir sus cargos muchos funcionarios y ministros habían dado tantas declaraciones, que ya la gente creía que habían sido juramentados y que estaban tomando decisiones.
También el Presidente se ha creído que sigue en campaña y habla de cualquier tema en cualquier momento sin importar las implicaciones.
Antes de cumplir los cien días, Abinader se dirigió a la nación en cuatro ocasiones, y la percepción que tiene la ciudadanía es que este Gobierno tiene más tiempo del que en realidad lleva en el poder, ó sea, lo consideran un Gobierno viejo.