Las autoridades de Guinea han confirmado la trágica cifra de 23 personas fallecidas a causa de la explosión de un depósito de combustible en el distrito de Kaloum, situado en el corazón de la capital, Conakry. Además, reconocen la existencia de un “número importante de personas desaparecidas”, generando gran preocupación en la comunidad.
El Gobierno guineano ha informado que 241 personas resultaron heridas, de las cuales al menos 74 continúan hospitalizadas. El impacto de la explosión ha provocado la dispersión de partículas en suspensión, generando problemas respiratorios y dolores de cabeza entre la población, según un comunicado oficial.
Ante esta situación, se han implementado diversas medidas de emergencia, entre las que destaca el uso obligatorio de mascarillas en el distrito de Kaloum. Las autoridades han ordenado a los evacuados que no regresen hasta nueva orden y han establecido escoltas para los movimientos de camiones cisternas encargados del suministro de diésel a nivel nacional.
Aunque el incendio ha sido controlado y se están extinguiendo los últimos focos, se advierte que la zona sigue siendo “extremadamente peligrosa” y se mantiene cerrada al público. Los edificios afectados presentan debilitamientos estructurales y representan riesgos para los residentes.
Hasta el momento, las autoridades no han proporcionado información sobre la causa de la explosión, que desencadenó un voraz incendio en una zona que alberga la sede del Gobierno central, incluido el Palacio Presidencial, la Asamblea Nacional, ministerios, embajadas, bancos y áreas residenciales. La magnitud del suceso ha conmocionado a la nación, que espera esclarecer los detalles de este trágico episodio.