El imputado Miguel José Moya trabajó en gestiones ante los acusados del caso de sobornos de la empresa Norberto Odebrecht, con la intención “de bajar el nivel” de las acusaciones entre esos acusados y la Procuraduría General de la República.
“Con relación al caso me encuentro que los implicados hicieron una estructura informativa para enfrentar la estrategia que había hecho la Procuraduría, los imputados tenían 6 o 7 estructuras de respuesta mediática”, indicó Moya a los fiscales que le investigaron y según ha podido confirmar este diario.
“Mi recomendación a la Procuraduría es desmontar todo ese marketing en torno al caso Odebrecht, para evitar que esa campaña de destratación continuara, de ambos lados. Se suponía que me hiciera caso pero había otras acciones que interferían con nuestro trabajo”, ha dicho a los investigadores.
Miguel José Moya y su empresa, Desarrollo de Individuo y Organización (DIO), obtuvieron hasta 6 contratos de la Procuraduría en la gestión de Jean Alain Rodríguez. Los pagos y las facturas se generaban en base a la impartición de cursos y talleres de formación, los cuales ha dicho que no dio y por los que le pagaron 19.6 millones de pesos.
Lo que Moya dice que sí hizo fue “una estrategia de recuperación reputacional similar a la de recursos humanos, pero ya apara temas externos”.
“Para temas externos, eso incluía un diagnóstico de la institución y de quien la dirige y un plan de acción y respuesta a ese diagnóstico. Ese plan abarcó una estrategia general que yo traje el documento que se titula PGR 2020 Transformaciones-Consecuencia-Compromiso”, dijo.
Moya dijo que hizo contactos con Ángel Rondón, con Víctor Díaz Rúa, Temístocles Montás y con Conrad Pittaluga. “Esas mediaciones fueron todas fuera de la Procuraduría y nunca fui a solas. Fueron en la casa de los acusados y todas se dieron en presencia de familiares de ellos, excepto de la de Temístocles y la de Conrad, que fueron sin presencia de familia, la de Conrad fue sin familia a petición del periodista Víctor Bautista”, dijo.
Señaló que su petición en esas reuniones era que bajaran el volumen de la campaña mediática que tenían en contra la Procuraduría General. “No les ofrecía nada más allá de demostrarles que todas esas campañas tenían el efecto en la opinión pública contrario hacia ellos”, dijo a los fiscales.
Su declaración terminó de la siguiente manera: “Le reitero además que no existen compromisos éticos, morales, emocionales ni económicos que me obliguen a una lealtad incondicional con el procurador Jean Alain Rodríguez, mi compromiso era institucional, no personal”.