Las 44 frases de Leonel y Danilo que marcaron la división del PLD

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En las últimas 48 horas dos de los presidentes de la República, Leonel Fernández y Danilo Medina, han hablado ante el pueblo dominicano, en diferentes escenarios, sobre la crisis que enfrenta el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y donde también juzgaron los mandatos presidenciales del otro.

El primero en hacer una alocución fue el expresidente de la República, Leonel Fernández, quien el pasado domingo informó que dimitiría del PLD, partido que presidía, para unirse a la organización política La Fuerza del Pueblo, conocida anteriormente como Partido de los Trabajadores Dominicanos (PTD).

Aquí las 20 frases que resumen el discurso de dimisión de Fernández:

1. Lo que cabe observar aquí, sin embargo, como característica, es la obstinación frente a lo imposible del entonces candidato y hoy Presidente de la República. Fue la primera vez que puso en evidencia ese rasgo conductual, de no comprender los límites de las cosas, sino considerar que, por mera voluntad, todo es posible.

2.  De esa manera, por supuesto, nuestro candidato habría perdido. Pero la obstinación frente a lo imposible ofuscó la claridad de pensamiento, conduciéndolo a una derrota inmerecida, la cual pudo haberse evitado.

3. Algunos de los que hoy levantan sus voces, de manera soberbia y altisonante, dejaron entonces abandonado a su líder actual. Se aferraron complacientemente al nuevo gobierno y dejaron que el candidato derrotado emprendiera solo su travesía por el desierto.

4. La Primera Dama, Margarita, por el contrario, se encontraba en una posición de preferencia. En una de las decisiones más difíciles de mi vida, le solicité, sin embargo, que abandonase su legítimo derecho a aspirar por la candidatura presidencial, dejándole así, al Presidente el camino despejado para la obtención de su candidatura a la primera magistratura del Estado.

5. Al Presidente, en su hora de penumbra, no se le empujó hacia el abismo. En los momentos en que, por razones de méritos, le correspondía la oportunidad, hicimos hasta lo indecible. En circunstancias en que su candidatura aún no concitaba suficiente respaldo,  le servimos de apoyo.

6. Sirvió, en realidad, para que mis adversarios, de adentro y de afuera, pusieran en ejecución una intensa y despiadada campaña de demolición moral que intentaba hacerme desaparecer del escenario político nacional, al tiempo de destruir nuestro legado en beneficio del progreso y el bienestar del pueblo dominicano.

7. Aquí fue todo lo contrario. Se aplicó un plan de descrédito, nacional e internacional, a través del cual se lanzaron mentiras, falacias, insultos, inmundicias y groserías, todo destinado a hundir mi persona y desmoronar mi imagen.

8. Con el tiempo empezó a verse claro que ese plan de descrédito en mi contra era parte de un proyecto político, bien concebido, dirigido a perpetuarse en el poder.

9. A pesar de mi oposición a dicha reforma, y a pesar del diabólico plan de destrucción, al que me he referido, con la finalidad de mantener la unidad del PLD y de que se ganasen de nuevo las elecciones del 2016, puse en segundo plano mis propios valores, creencias y forma de actuar. Acepté suscribir un acuerdo de 15 puntos, firmado por todos los miembros del Comité Político.

10. Pero ese acuerdo valió de poco a la hora de ejecutar medidas que constituían una obligación a cargo del grupo oficialista. Se incumplieron, de manera atropellante, varios de sus acápites, incluyendo, recientemente, el impedimento para que el compañero Demóstenes Martinez asumiera la Presidencia de la Cámara de Diputados.

11. Se emplearon todas las maniobras malignas concebibles hasta llegar a convertirlas en lo que realmente son: el primer matadero electoral automatizado del siglo XXI.

12. A pesar de haberse hecho uso, en forma grosera, de miles de millones de pesos, de alzarse con todo el peso institucional del Estado, de contar con el involucramiento activo de ministros, gobernadores, directores departamentales, alcaldes y militares, la Fuerza del Pueblo salió triunfante.