n escuelas y colegios se usa el término “pruebín” para referirse a una evaluación que se aplica a los estudiantes antes de los exámenes reales y decisivos. La calificación obtenida en el pruebín a veces se toma en cuenta e influye en la nota final, pero otras veces solo sirve como una especie de práctica para los estudiantes. Algo parecido a eso, a un pruebín, es lo que va a tener la Fuerza del Pueblo con sus elecciones internas, pero específicamente con la definición de su secretario general. Es un tema relevante y que incluso en las últimas semanas, se ha dimensionado aún más, al punto que desde ya se puede decir que las notas que ahora saque la FP pueden incidir en su examen del 2028.
Importancia del cargo
Podría pensarse que la figura de la secretaría general en un partido presidido por una figura como Leonel Fernández pierde relevancia, pero es lo contrario. El presidente, líder y guía del partido verde no se va a ocupar del día a día de la organización, ni tiene por qué hacerlo. Necesita un secretario general que pueda entregarse a las labores administrativas y que además asuma en parte la responsabilidad de la vocería, porque Fernández no puede ni debe hablar todos los días. Y la coyuntura también obliga a un perfil determinado: Carolina Mejía le da frescura y dinamismo al PRM y Johnny Pujols, en el PLD es parte de una generación emergente.
Prueba de democracia interna
Lo otro es que la Fuerza del Pueblo debe enviar el mensaje adentro y afuera de que hay democracia interna. La disidencia es cero cuando se trata de determinar quién es el presidente y líder del partido, y posiblemente ocurra lo mismo cuando haya que seleccionar al candidato presidencial. Pero en el caso de la secretaria general hay tres aspirantes lanzados al ruedo y procede dejar que la militancia vote, sin imposiciones. De lo contrario, la FP podría sacar una “F” en el pruebín.
