El “síndrome del lulismo” se refiere al proceso mediante el cual millones de personas que fueron sacados de la pobreza, se vuelcan contra el partido que los convirtió en clase media y elevó sus niveles de ingreso, como le pasó al Partido de los Trabajadores de Brasil liderado por Luiz Ignácio Lula da Silva.
Este síndrome tiene su explicación en el hecho de que con el ascenso social, se desatan expectativas ilimitadas que inspiran nuevas necesidades y nuevas demandas, lo que provoca en el ciudadano el deseo querer poseer más cosas y lo más pronto posible. Esto hace del votante un ente pragmático que no le profesa lealtad ni a siglas, ni a colores, ni a partido alguno, sólo se enfoca en sus propios intereses y en el porvenir, sin expresar ninguna gratitud hacia el pasado; y sólo le mantiene el apoyo al partido que los benefició, siempre y cuando éste responda a sus nuevos intereses y a sus nuevas necesidades.