En medio de un conflicto devastador, Israel ha prometido castigar a Gaza mientras las consecuencias del ataque de Hamás continúan sacudiendo la región. La guerra, que se desató después de que los insurgentes de Hamás cruzaron la frontera hacia Israel el sábado pasado, ha dejado un rastro de destrucción y pérdidas humanas que sigue en aumento.
Hasta el momento, se reporta que al menos 1,600 personas han perdido la vida como resultado de este conflicto. El ejército israelí señala que en su territorio han muerto más de 900 personas, mientras que en Gaza y Cisjordania, las autoridades palestinas informan de 704 fallecidos, con Israel afirmando que entre ellos se encuentran cientos de combatientes de Hamas. Además, miles de personas han resultado heridas en ambos bandos.
La situación ha escalado dramáticamente, con Israel intensificando sus ataques aéreos contra la Franja de Gaza y aplicando un bloqueo de alimentos, combustible y otros suministros como represalia por la incursión de Hamás. El grupo insurgente, por su parte, ha amenazado con matar a los israelíes capturados si los ataques se dirigen a civiles sin previo aviso.
En el cuarto día de la guerra, Israel sigue encontrando los horrores del sorprendente ataque de Hamás el fin de semana, que afectó ciudades del sur de Israel. La población civil está en grave riesgo, con incertidumbre sobre si Israel llevará a cabo una invasión terrestre, lo que sería la primera desde 2014.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha afirmado que “apenas hemos comenzado a atacar a Hamas” y que lo que harán en los próximos días resonará “por generaciones”. La estrategia de Israel parece estar cambiando hacia ataques aéreos de alta intensidad, advirtiendo a los civiles que desalojen áreas específicas, lo que reduce las zonas seguras en Gaza.
El éxodo de la población palestina ha alcanzado proporciones alarmantes, con más de 187,000 personas abandonando sus hogares en la Franja de Gaza, según Naciones Unidas. UNRWA, la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, está dando refugio a miles de personas en sus escuelas.
El conflicto sigue siendo altamente volátil, con Hamás amenazando con matar a civiles israelíes en represalia por los ataques aéreos. El mundo observa con preocupación y espera que se encuentre una solución pacífica a esta crisis que ha dejado una huella de sufrimiento y destrucción en la región.
