El barítono Eduardo Brito nació el 21 de febrero de 1905, bajo el nombre de
Elauterio Aragonés, hijo natural de Liboria Aragonés, según registra su
certificado de bautismo. La acuciosidad de sus diversos biógrafos los ha
llevado a afirmar que nació en el Cerro de Nava, sección de Blanco (hoy
Luperón), provincia de Puerto Plata, y que fueron sus padres Julián Álvarez y
Liboria Aragonés. Según unos, el apellido Brito le llego por el padre, Julián
Álvarez Brito, aunque según otros, fue por Liboria Brito, la madre. Sin
embargo, el 13 de junio de 1960, la madre, ya de 85 años de edad, al
participar como invitada en el programa ‘’Reina por un día’’ que presentaban
por Rahintel Homero León Díaz y Maldonado Iglesias, afirmo ante la
teleaudiencia de canal7, que su nombre era Gloria Aragonés viuda Félix,
cariñosamente llamada Liboria, que el nombre original de su hijo fue el de
Eleuterio y que el padre del futuro artista se llamó Julián Brito.
Como es lo común en el caso de los escogidos de la fortuna, el origen del
gran barítono dominicano se pierde tras brumosas imprecisiones, que en vez
de restarle a su estatura, por el contrario, lo elevan al campo impreciso de lo
real mitológico.
Mandadero, aprendiz de herrero, jornalero y más decididamente limpia
botas en el parque Duarte de Santiago, desde sus primeros años comenzó a
llamar la atención por su musicalidad y por su pulcritud en el vestir.
Llevado de la mano, primero por los trovadores populares Inocencio Pereyra
(Chencho), Carlos Nicanor Valerio (Piro) y Bienvenido Troncoso, y luego por el
maestro Julio Alberto Hernández, el joven cantor va pasando del campo