Francisco Casanova, quien falleció ayer en la ciudad de Nueva York, donde residía, cantó durante 25 años en los más grandes teatros de ópera en el mundo, con un extenso repertorio de 56 papeles estelares.
Para este tenor dominicano, la música estaba primero que todo. “Nunca cancelé una función ni pedí que se anunciara el hecho de no sentirme bien o de tener incluso fiebre. Cancelación por enfermedad solo una, y ya tenía más de 53 años, después de dos años de haberme retirado de los escenarios, en abril del 2012, y afectado por una diabetes galopante”, sostuvo el tenor que siempre estuvo vinculado con su país, aunque se había establido en Nueva York. Allí murió ayer jueves, casi al cumplir 62 años de edad (nació el 3 de octubre de 1957).