Las persistentes lluvias e inundaciones que han afectado al país representan una creciente amenaza para la salud pública, aumentando el riesgo de contraer enfermedades virales y bacterianas, así como el potencial recrudecimiento de brotes de patologías de alta incidencia en la actualidad. Entre las enfermedades que podrían ver un aumento se encuentran las infecciones respiratorias, la leptospirosis, el cólera y el dengue, siendo este último responsable de 19 muertes y 18,389 casos sospechosos según informes oficiales. Por su parte, la leptospirosis ha ocasionado 38 fallecimientos y se notifican 475 casos sospechosos al sistema de vigilancia epidemiológica, mientras que un brote de cólera afecta a comunidades del sur del país, exacerbando la demanda de atención médica por afecciones respiratorias.
En este contexto crítico, se hace hincapié en la importancia de medidas preventivas para salvaguardar la salud de la población. Mantener una rigurosa higiene personal, incluyendo el lavado frecuente de manos y de los productos de consumo, se presenta como una recomendación esencial. Asimismo, se insta a consumir agua potable y a evitar el contacto con aguas contaminadas o provenientes de las lluvias. La limpieza constante de los entornos domésticos es fundamental para eliminar posibles criaderos del mosquito transmisor del dengue.
Estas precauciones adquieren una relevancia aún mayor en medio de la actual epidemia de dengue e infecciones respiratorias que enfrenta el país. Ante la complejidad de la situación, la colaboración ciudadana en la implementación de estas medidas se presenta como un factor clave para mitigar los riesgos asociados a las condiciones climáticas adversas.