Este miércoles, el expresidente peruano Alberto Fujimori, quien gobernó entre 1990 y 2000, fue liberado en medio de una gran expectación, en cumplimiento de una orden del Tribunal Constitucional. Esta decisión generó controversia, ya que la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH) había instado a las autoridades peruanas a abstenerse de liberarlo, argumentando la necesidad de garantizar la justicia para las víctimas de violaciones a los derechos humanos.
La liberación de Fujimori se llevó a cabo tras la orden del Tribunal Constitucional, que el martes dictaminó su libertad inmediata. A pesar de que la CorteIDH había solicitado lo contrario, el país aguardaba para ver si el Gobierno acataría la decisión judicial o se inclinaría por lo requerido por la CorteIDH.
En una resolución firmada por tres de los seis miembros actuales del Tribunal Constitucional, con el voto dirimente del presidente del organismo, Francisco Morales, se materializó la liberación de Fujimori. La CorteIDH había manifestado su preocupación por las posibles implicaciones en la búsqueda de justicia para las víctimas de violaciones a los derechos humanos.
El Gobierno, en respuesta a la liberación, emitió un breve comunicado a través del canciller Javier González-Olaechea y el ministro de Justicia, Eduardo Arana, reafirmando su compromiso con la Convención Americana sobre Derechos Humanos, conocida como Pacto de San José. Además, señaló que la liberación se ajustaba a una sentencia del Tribunal Constitucional.
Finalmente, Alberto Fujimori, de 85 años, abandonó el penal de Barbadillo en la tarde del miércoles, equipado con gafas nasales de oxígeno y una mascarilla. Al salir, fue recibido por su hija Keiko Fujimori, líder del partido fujimorista Fuerza Popular, y su hijo Kenji. La liberación atrajo a numerosos seguidores que celebraron con vítores, música y fuegos artificiales. El coche que lo trasladaba quedó retenido por la multitud, evidenciando la intensa expectación que rodeó este evento.
Posteriormente, sus hijos expresaron su agradecimiento al expresidente Pedro Pablo Kuczynski, quien concedió el indulto a Fujimori en 2017 por razones de salud. “Finalmente la justicia y la humanidad hoy se impusieron”, afirmó Keiko entre aplausos de seguidores.
