Un selecto grupo de destacados jugadores latinos se destacó en la ceremonia de entrega de los prestigiosos Premios Guante de Oro en las Grandes Ligas.
El cubano Adolis García, el venezolano Gabriel Moreno y el dominicano Fernando Tatis Jr. se encuentran entre los galardonados de este año, junto a otros destacados talentos.
Adolis García, quien recientemente se coronó campeón de la Serie Mundial con los Rangers de Texas, recibió el premio al Mejor Jardinero Derecho Defensivo en la Liga Americana. Su precisión al fildear batazos y sus 11 asistencias desde el jardín derecho le valieron su primer Guante de Oro.
Andrés Giménez, de los Guardianes, se llevó su segundo premio consecutivo como Defensor de la Segunda Base, un logro que lo iguala a la leyenda del Salón de la Fama, Roberto Alomar, como uno de los únicos intermedistas en ganar el premio en años consecutivos con el equipo de Cleveland.
José Berríos, además de ser un lanzador destacado en la prevención de carreras, mostró sus habilidades defensivas y fue galardonado como el Mejor Lanzador Defensivo en la Liga Americana. Su logro coloca su nombre junto a los de Marcus Stroman (2017) y R.A. Dickey (2013), como los únicos lanzadores de los Azulejos de Toronto en ganar un Guante de Oro.
Mauricio Dubón se destacó como un jugador versátil para los Astros de Houston, reemplazando a José Altuve en el segundo cojín y ocupando múltiples posiciones, lo que le valió el reconocimiento en la categoría de utility en el circuito.
En la Liga Nacional, Gabriel Moreno se convirtió en la pieza más valiosa en el engranaje defensivo de los campeones de la Liga Nacional, los Diamondbacks de Arizona. Además de guiar el picheo, lideró al equipo a una marca de 10 juegos por encima del promedio cuando estuvo detrás del plato. Moreno lideró las Grandes Ligas al retirar el 50% de los corredores que intentaron robar bases con él como receptor, consolidándose como el mejor en su posición en toda la MLB.
Fernando Tatis Jr., de los Padres de San Diego, mostró la versatilidad esperada en el jardín derecho en su primera temporada en esa posición, lo que lo convirtió en el Mejor Jardinero Defensivo de las Grandes Ligas. Su velocidad, capacidad para cubrir terreno y un brazo potente le permitieron preservar 29 carreras con sus acciones defensivas, limitando el accionar de sus rivales en las bases.