hoy hacen 123 años de aquella visita que cambiaría la historia del país.
El fenecido historiador y periodista, Adriano Miguel Tejada, relató minuciosamente los pormenores de ese día durante una de sus disertaciones sobre la vida del dictador del siglo XIX.
“Las ‘papeletas de Lilís’ estaban totalmente devaluadas y el país vivía en descontento. Ya en febrero de ese año Horacio Vásquez se enteró de que por su oposición al régimen, Lilís había ordenado su eliminación física. Enterado su primo Mon Cáceres de la situación, surgió el plan de eliminar a Lilís. Todavía no se sabía el cuándo o el dónde, pero la suerte estaba echada”, dijo.
Tejada agregó que durante su estadía en la casa del comerciante mocano Jacobo de Lara, él y Lilís intercambiaban impresiones en una de las puertas laterales del comercio, por lo que un niño se acercó y entregó a Lilís un mensaje de parte de Evangelista López (La Cigua), su amante y confidente, en el que le advertía de la conspiración y le pedía que abandonara rápido el pueblo, pero él, creyendo que se trataba de una solicitud de dinero de la barragana, no leyó el mensaje, lo guardó y le envió a ella unas papeletas.
“La Cigua es la única persona que rompe el silencio de los habitantes de la ciudad sobre la conspiración, con tan buena suerte para los conjurados que Heureaux no prestó atención al mensaje”, afirmó Tejada.
Su muerte
Finalmente, Lilís fue ultimado en un hecho protagonizado por Ramón Cáceres y Horacio Vásquez, y que de acuerdo a Tejada tuvo también entre los conspiradores a otros mocanos como fueron Manuel Cáceres, Pablo Arnaud, Casimiro Cordero, Ramón de Lara, Jacobito de Lara, Luis Ma. Cabrera, Dioclesiano Cabrera, Domingo Pichardo, José Brache, Damasito Cabrera, Manuel (Ico) Montalvo, Francisco Pérez, Juan M. Contín, Blas de la Maza, Vicente de la Maza, Doroteo Rodríguez, Azael Rodríguez y Andresito Gómez. Dalton Herrera.