Un grupo de países reunidos en la IX Cumbre de las Américas firmó la Declaración de Los Ángeles sobre Migración y Protección, la cual Diario Libre reproduce a continuación de forma íntegra:
Declaración de Los Ángeles sobre Migración y Protección
La Casa Blanca
10 de junio de 2022
Nosotros, los jefes de Estado y de Gobierno de la República Argentina, Barbados, Belice, la República Federativa de Brasil, Canadá, la República de Chile, la República de Colombia, la República de Costa Rica, la República de Ecuador, la República de El Salvador, los Estados Unidos de América, la República de Guatemala, la República de Haití, la República de Honduras, Jamaica, los Estados Unidos Mexicanos, la República de Panamá, la República de Paraguay, la República de Perú y la República Oriental del Uruguay, reunidos en Los Ángeles con ocasión de la Novena Cumbre de las Américas, reiteramos nuestra voluntad de fortalecer los esfuerzos nacionales, regionales y hemisféricos para crear las condiciones de una migración segura, ordenada, humana y regular, y de consolidar los marcos para la protección y la cooperación internacional.
Coincidimos en la necesidad de promover las condiciones políticas, económicas, sociales, ambientales y de seguridad para que las personas tengan una vida pacífica, productiva y digna en sus países de origen. La migración debería ser una elección voluntaria e informada, y no una necesidad.
Estamos decididos a proteger la seguridad y la dignidad de todos los migrantes, refugiados, solicitantes de asilo y personas apátridas, con independencia de su condición migratoria, y a respetar sus derechos humanos y libertades fundamentales. Nos proponemos mantener una cooperación directa para facilitar una migración segura, ordenada, humana y regular y, cuando sea pertinente, promover los retornos seguros y dignos, en consonancia con la legislación de los países, el principio de no devolución y nuestras respectivas obligaciones conforme al derecho internacional.
Reconocemos que abordar la migración internacional irregular exige un enfoque de tipo regional, y que las dificultades sanitarias, sociales y económicas que existen actualmente debido a la pandemia exacerban las causas fundamentales que propician la migración irregular, incluidas las vulnerabilidades de numerosos migrantes y comunidades.
Valoramos que nuestra región tradicionalmente ha acogido a refugiados y migrantes y ha mostrado solidaridad con sus vecinos. Reconocemos las contribuciones positivas de los refugiados y migrantes al desarrollo socioeconómico de las comunidades que los reciben. Reconocemos asimismo los esfuerzos sostenidos de Estados de nuestro hemisferio para acoger a migrantes, brindar vías para la migración regular, promover la integración económica y social local, facilitar los retornos seguros, dignos y voluntarios, y posibilitar la reintegración sostenible de las personas retornadas.
Seguimos estando decididos a aprovechar en forma colectiva los beneficios de la migración y, al mismo tiempo, responder a los desafíos que plantea en los países y comunidades de origen, tránsito, destino y retorno. Lo hacemos con ánimo de colaboración, solidaridad y responsabilidad compartida entre Estados y en alianza con la sociedad civil y las organizaciones internacionales. Ratificamos nuestro compromiso compartido de apoyar a las comunidades receptoras; fortalecer y ampliar las vías regulares y el acceso a la protección internacional; favorecer las oportunidades de trabajo digno; facilitar la regularización y el acceso a servicios básicos; y promover los principios de una migración segura, ordenada, humana y regular.
También nos proponemos fortalecer a las instituciones que son responsables de la gestión de las migraciones en nuestros países e intercambiar mejores prácticas orientadas a brindar una atención eficiente y adecuada a los migrantes y acceso a protección a los refugiados.