Danilo Arzeno
RAFAEL SOLANO
Qué difícil es para mí escribir sobre una persona que ha recibido tantos halagos y merecidos reconocimientos, pero aquí estoy, osado grano de arena delante de la montaña.
Quiero con humildad vociferar a los cuatro vientos que me siento muy orgulloso de tener como coterráneo a un coloso de la música, por demás diplomático, escritor, forjador y orientador de prestigiosos artistas dominicanos. Es posible que no logre expresar con palabras lo que vibra en mi corazón, lo mucho que le admiro, pero lo intento.
De lo que estoy seguro y no se puede negar que Puerto Plata y la patria cuentan con un hombre que con su talento ha logrado colocar en el mapa universal el nombre de República Dominicana. Maestro Solano, que Dios le conceda muchos años más de vida, pero si la parca se antepone a los designios de Dios, ni la parca, ni el sol, ni la fragua más enorme, podrán opacar, ni borrar jamás sobre la faz de la tierra, su grandeza como hombre, maestro y ciudadano ejemplar.
Se anteponen a los designios de Dios, ni la parca, ni el sol, ni la fragua más enorme, podrán opacar, ni borrar jamás sobre la faz de la tierra, su grandeza como hombre, maestro y ciudadano ejemplar.